¡Ya llego el verano! Esta temporada presenta una buena oportunidad para hacer un poco de alcance fuera de lo común. Aquí hay tres ideas para animarle a salir de su zona de confort e intentar algo nuevo para poder conectar con su comunidad.
Haga un mural comunitario participativo
Es profundo e impactante preguntar “que quieres hacer antes de morir?” La pregunta causa una reflexión entre uno mismo. Kate Smith, de Christ UMC en Kettering, Ohio, escucho esta idea por primera vez en el seminario. Allí empezó a imaginar la posibilidad de conectar su iglesia con la comunidad.
La idea es simple: Pinte una pared con pintura de pizarra y escriba la frase "Antes de morir, quisiera…" con gis. Coloque baldos llenos de gis al lado de la pared para el uso de la gente. Deje claro que le están pidiendo a la comunidad que escriba en la pared.
Para realizar este proyecto, Smith organizo un equipo de voluntarios para cavar agujeros, clavar un marco y pintar cajas para sostener el gis; pero no se detuvieron ahí.
Varias personas comenzaron un blog para extender el alcance del muro. Compartieron historias de personas que cumplieron sus metas al escribirlas en la pared y registraron las entradas antes de borrarlas un par de veces a la semana. Se aseguraron de incluir hashtags en la pared para que la gente etiquetara sus fotos cuando las publicaran en línea.
La respuesta fue increíble. Cientos de personas compartieron sus esperanzas y sueños; miles accedieron al blog. La iglesia ayudó a una comunidad a soñar juntos. Todo lo que se necesitaba era un poco de madera, tiza, pintura y espacio en el césped delantero de la iglesia.
Organice un campamento recreacional
Hace varios años, la gente de Cornerstone UMC decidió hacer algo diferente con su escuela bíblica de vacaciones. En vez de comprar un plan de estudios caro y usar tableros de fieltro para enseñar la Biblia, decidieron usar el arte y los deportes.
Cada niño que participo eligió entre una actividad artística o deportiva como fútbol, fotografía, baile, búsqueda de tesoros (así es – con mapas, palas y todo!). Por cuatro noches, de las 6-8:30 p.m., los niños escucharon la Biblia y fueron el cuerpo de Cristo a través de esas actividades.
El programa consistió de un devocional, lectura de una historia bíblica, y dividirse en grupos dependiendo en la actividad que los niños escogieron. Durante el tiempo de actividades artísticas y deportivas, se detuvieron un par de veces para hablar sobre la historia bíblica y comer un aperitivo.
El reclutamiento de voluntarios también fue diferente. BethAnn Fernández dice que reclutaron "entrenadores" para planear y dirigir las actividades. También reclutaron líderes de grupos pequeños para los tiempos de discusión.
El número de niños que asisten ha aumentado, y un grupo de adultos que típicamente no eran voluntarios proporciona liderazgo. Durante el campamento recreacional, muchos de esos adultos descubrieron una pasión por el ministerio de los niños y ahora son fieles voluntarios del ministerio.
El consejo de Fernández es empezar de a poco con tres o cuatro opciones y agregar más actividades cuando haya más participación de niños, reclutando más voluntarios a lo largo del camino.
¡Celebre a Jesús!
Con una explosión de creatividad, First UMC en Stuart, Florida, decidió ser las manos y los pies de Jesús al repartir comida a su comunidad. Durante una semana de actividades para "Celebrar a Jesús", la gente de First UMC regalo algo diferente cada día.
Un día entregaron pizzas a los padres y a las madres que recogían a sus hijos de una escuela preescolar; otro día distribuyeron agua a la gente en la playa. Cada comida y cada botella de agua que repartieron vino acompañada con una invitación a una fiesta de vecindad organizada por la iglesia. También le preguntaron a la gente si tenían alguna petición o si querían que se orara por ellos.
Al final de la semana, la congregación abrió las puertas de la iglesia y organizo una fiesta de vecindad al aire libre para compartir el amor de Cristo y experimentar la gracia preveniente de Dios. Hubo un brinca-brinca, música en vivo por parte del grupo de alabanza, y por supuesto comida gratis. Por todos lados había letreros que decían, "Estamos orando por ti." De esta manera mostraron el regalo más valioso: el amor.
La gente de Stuart First UMC descubrió que alcanzar a los demás no requeriría un plan elaborado. Todo lo que se necesitaba era amor y gracia - y un poco de comida.
Escrito por Jeremy Steele. Jeremy es pastor de enseñanza en Christ UMC en Mobile, Alabama. Usted puede encontrar una lista de todos sus libros, artículos y recursos para las iglesias, incluyendo su libro más reciente All the Best Questions, en su sitio web: JeremyWords.com. Traducción por Aileen Jimenez. Aileen es gerente de comunicaciones para lideres hispano/latinos de la agencia Comunicaciones Metodistas Unidas. Puedes contactarla al ajimenez@umcom.org.