7 estrategias para involucrar a los nuevos donantes

Smiling young adult holding an offering plate. Stock Photo. LeadingIdeas
Smiling young adult holding an offering plate. Stock Photo. LeadingIdeas

Una investigación exhaustiva sobre los patrones de donación entre los cristianos estadounidenses ha revelado que uno de cada cinco no da nada a la iglesia o a otras organizaciones benéficas. Las congregaciones que estudian sus propios patrones de donación suelen descubrir que entre el 20% y el 30% de sus miembros y participantes no contribuyen. Y lo que todas estas personas tienen en común es que nuestras formas típicas de invitarles a ofrendar no resuenan.

¿Quiénes forman parte de esta considerable cohorte de no donantes? Algunos pueden ser más jóvenes o nuevos en la iglesia, sin una comprensión clara de por qué deben apoyar a la iglesia. Algunos son el público de Pascua y Navidad. Otros pueden ser menos activos que antes. Algunos piensan que no se aplica a ellos por cualquier razón. Y algunos simplemente nunca han seguido el programa. Pero lo que todas estas personas tienen en común es que nuestras formas típicas de invitarles a dar no resuenan. Entonces, ¿qué pueden hacer las congregaciones de manera diferente para invitar a los nuevos donantes a iniciar su camino de generosidad?

1. Ajustar su actitud.

Tendemos a considerar a los que no dan dinero como morosos o aprovechados y basamos nuestros llamamientos en la culpa o la obligación. Este enfoque hace que los donantes potenciales se sientan culpables, ansiosos y no bienvenidos. Asuma que Dios ha colocado a estas personas en la órbita de su iglesia por una razón y que sólo necesitan un poco de ánimo para empezar.

2. Dejar de hablar de la administración.

En muchas iglesias, la conversación en torno al dinero y las donaciones se basa en gran medida en el vocabulario de la mayordomía y el diezmo. El vocabulario de la gratitud y la generosidad puede ser una forma más amable de hablar sobre el dar y una forma igualmente fiel y bíblica. Es una forma más sencilla y más cercana de hablar de la importancia de dar.

3. Responder a la pregunta del "por qué".

Cada vez son menos las personas, incluso dentro de nuestras iglesias, a las que se les ha enseñado las expectativas normativas de la fe en relación con la donación. Varias preguntas clave son relevantes. ¿Por qué damos? ¿Cómo damos? ¿Y cuánto damos? Pero con demasiada frecuencia, nuestras conversaciones saltan inmediatamente al "cuánto", saltándose la pregunta fundamental del "por qué". No podemos esperar lógicamente que alguien dé una parte de lo que tiene sin todavía entender cómo la fe le llama a dar.

4. Ofrecer oportunidades especiales de ofrendar.

Los nuevos donantes suelen estar motivados por necesidades concretas y tangibles. Entienden la importancia de contribuir con 50 dólares si se necesita para llenar la camioneta para el viaje misionero o con 100 dólares para comprar comestibles para la despensa. Estas oportunidades de donación cuentan una historia. Educan a los donantes potenciales sobre la misión de la iglesia y permiten que un nuevo donante experimente la alegría de contribuir a algo que vale la pena. Pero el truco está en utilizar estos llamamientos de forma estratégica para educar y motivar a los nuevos donantes, al tiempo que se les anima a realizar donaciones regulares.

5. Construir la participación.

El factor más importante para predecir cuánto dona una persona es su nivel de actividad y compromiso, no sus ingresos. Por tanto, la mejor manera de conseguir que la gente se interese por dar es que se involucre activamente.

6. Utilizar la comunicación digital para invitar a la gente a dar.

Los miembros que no ofrendan probablemente asisten al culto con mucha menos regularidad que los más generosos. Y eso es un problema. Las donaciones electrónicas tienen el potencial de llegar a los jóvenes, a los asistentes ocasionales e incluso a las personas que aún no asisten a la iglesia.

7. Pedir ofrendas, no compromisos.

La gente ofrenda antes de prometer o diezmar. Si una campaña de promesas es su principal vehículo para invitar a la gente a dar, sus mensajes probablemente no están conectando con aquellos que no están listos o dispuestos a ofrendar. Después de todo, ¿por qué alguien que no está dando un centavo a la iglesia va a prestar atención cuando usted le pide que dé el 10%? Las promesas tienen un propósito muy importante. Pero no son la rampa de entrada más probable para los nuevos donantes.


Extracto de una historia de Ann A. Michel, personal del Lewis Center for Church Leadership.

La donación de la Iglesia Metodista Unida consiste en que las personas trabajen juntas para lograr un objetivo mayor. Al hacerlo, logramos un cambio en todo el mundo, todo en nombre de Jesucristo. Para leer historias sobre la generosidad de los metodistas unidos, haga clic aquí.

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