“Cada vez que resuena una campana, un ángel recibe sus alas”. Incluso si usted no ha visto la película “¡Qué linda es la vida!”, quizá haya escuchado este dicho. ¿Pero es cierto?
Los ángeles parecen estar en todo lugar y siguen haciéndose más populares. Las figuras de ángeles para coleccionar o para decoración llenan las estanterías de las tiendas. Ángeles aparecen en los programas de televisión, en las novelas y las películas. Hasta juegan béisbol, si consideramos el equipo Los Ángeles, pero esto es otra historia…
Durante la Navidad, algunas personas colocan ángeles en sus arreglos navideños, o colocan un ángel sobre el árbol de navidad o visten a los niños como ángeles para el desfile de navidad en la iglesia.
Decimos que los profesionales que responden a las emergencias son ángeles, lo mismo que aquellos que trabajan en los refugios para indigentes. También sabemos que no debemos manejar nuestro automóvil a una velocidad mayor de lo que nos aconsejaría nuestro ángel de la guardia.
¡Una encuesta afirma que los ángeles ocupan el tercer lugar en la lista de tatuajes más populares!
No cabe duda que nos gustan los ángeles. ¿Pero cuánto sabemos acerca de ellos?
LOS ÁNGELES EN LA BIBLIA
La palabra ángel viene del griego angelos, lo que quiere decir “enviado, mensajero”. Algunas versiones de la Biblia también traducen la palabra hebrea malak como “mensajero”. La primera responsabilidad de los ángeles en la Biblia es compartir un mensaje de Dios.
Por ejemplo, en la historia de la Navidad, el ángel Gabriel se le aparece a María para decirle que ella será la madre de Jesús. Otro ángel se le aparece a José en un sueño para guiarlo a través del embarazo de María y la niñez de Jesús. Otro ángel se le aparece a Zacarías para decirle que Elizabeth dará a luz a Juan el Bautista.
La noche en que Jesús nació, un ángel le informó a un grupo de pastores que encontrarían al niño Jesús en un establo, lo que vino seguido de un grupo de ángeles alabando a Dios.
En la Biblia vemos que los mensajeros de Dios anunciaron otros nacimientos especiales. Tres visitantes le dijeron a Abraham y Sara acerca del nacimiento de Isaac, y un mensajero de Dios le dijo a una mujer que ella sería la madre de Sansón.
Estos ángeles también sirven en otras capacidades. El rey Nabucodonosor testificó que un ángel protegió a Sadrac, Mesac y Abednego para que no fuesen consumidos por el fuego del horno. Daniel le contó al rey que Dios envió un ángel para protegerlo en la cueva de los leones.
Los ángeles de Dios ministraron a Elías cuando él huía por su vida, y también ministraron a Jesús cuando fue tentado en el desierto. Jacob vio a los ángeles bajando y subiendo al cielo por una escalera. El burro de Balaam vio un ángel que Dios usó para llamar la atención del profeta.
La visión de Isaías describe a los serafines como ángeles alados que rodean el trono de Dios. El Apocalipsis nos habla de ángeles que rodean el trono de Dios postrándose rostro a tierra y alabando a Dios.
El libro de los Hechos de los Apóstoles habla de ángeles que animan a los primeros seguidores de Jesús a empezar su ministerio, liberan a Pablo y a otros de la prisión, y facilitan una reunión entre creyentes y no creyentes.
Estos y otros encuentros que se narran en la Biblia nos dan algunas claves en cuanto a la naturaleza y función de los ángeles, pero algunas preguntas todavía se mantienen.
JUAN WESLEY Y LOS ÁNGELES
Juan Wesley escribió tres sermones en cuanto a los ángeles. Al principio de su carrera, predicó un sermón titulado “En cuanto a los ángeles guardianes”, en St. Michael, en Oxford, durante la fiesta del ángel Miguel y todos los ángeles, en septiembre de 1726. Pasados más de 56 años, en enero de 1783, Wesley publicó otros dos sermones: “Sobre los ángeles buenos” y “Sobre los ángeles malos”, a fin de describir el trabajo de los ángeles y los demonios, respectivamente.
En estos sermones, Wesley examina la evidencia bíblica y saca algunas deducciones en cuanto a los ángeles.
Al final de “Sobre los ángeles buenos”, Wesley escribió: “Debemos imitarlos en toda santidad; adaptando nuestras vidas al Padrenuestro; trabajando para hacer su voluntad en la tierra, así como los ángeles la cumplen en el cielo”.
Aunque hay mucho que jamás sabremos en cuanto a los ángeles hasta que nos encontremos con ellos en el cielo, para nosotros son un ejemplo de cómo debemos vivir nuestras vidas como ciudadanos del reino de Dios aquí hoy. Aspiramos a vivir como ellos viven, “trabajando para hacer su voluntad en la tierra, así como los ángeles la cumplen en el cielo”.
IMITANDO A LOS ÁNGELES
Esto nos lleva otra vez a la película “¡Qué linda es la vida!”, donde Clarence Odbody aparece como un ángel de segunda clase. Clarence le muestra a George Bailey cuán diferentes habrían sido las cosas si no hubiese nacido. De modo que, Clarence gana sus alas haciéndole ver a Bailey la buena influencia que ha tenido en las vidas de sus amigos y vecinos, dándole esperanza en momentos de desesperación.
Frank Capra, director de la película, jamás quiso entregar una descripción completamente bíblica de Clarence. Sabemos que la Biblia no apoya decir que “cuando resuena una campana, un ángel recibe sus alas”. Además, Wesley enseña que los ángeles son seres espirituales que no tienen un cuerpo físico, según Hebreos 1:14.
Aunque probablemente Wesley no se habría interesado en ver la película, habría reconocido que la historia de Clarence tenía algún valor, porque el ángel era un mensajero del amor y gracia de Dios para un hombre que atravesaba por problemas. Esta es una función de los ángeles que debemos imitar.
Joe Iovino es administrador de contenido web en Comunicaciones Metodistas Unidas, Nashville, Tennessee.