Con la pandemia de coronavirus que amenaza vidas en todo el mundo, los/as obispos/as están pidiendo un aplazamiento de la Conferencia General, la mayor reunión de carácter mundial de La Iglesia Metodista Unida.
La principal instancia legislativa de la denominación está actualmente programada del 5 al 15 de mayo en Minneapolis. Se supone que el evento atraerá a 862 delegados/as, 66 obispos/as e invitados/as de cuatro continentes. Sin embargo, el coronavirus pone en peligro la capacidad de celebrar tal reunión: "Queremos comunicarle al mundo que las personas son más importantes que nuestro trabajo legislativo. Este aplazamiento podría salvar vidas", dijo a Noticias MU el Obispo Kenneth Carter, presidente del Concilio de Obispos/as y líder de la Conferencia Anual de Florida.
En una carta a los/as organizadores/as de la Conferencia General, el comité ejecutivo del Concilio de Obispos/as dijo que las restricciones de viaje a los EE. UU. dificultarían la llegada a Minneapolis de los/as delegados/as de Europa, Asia y África.
"También se debe tener en cuenta el grave riesgo que resulta de los viajes internacionales y esta reunión requiere de una convocatoria muy grande, lo que aumenta el riesgo de una posible propagación del virus al juntar a tantas personas", dice la carta de los/as obispos/as.
Los/as obispos/as enviaron la carta al Rev. Gary Graves, secretario de la Conferencia General, y Kim Simpson, presidente de la Comisión de la Conferencia General. La decisión de reprogramar está en manos de la comisión que es la que programa este evento y esta se reunirá por teleconferencia el 21 de marzo, para discutir las crecientes preocupaciones sobre el coronavirus.
"Nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad de proporcionar a un entorno seguro a todos quienes tienen que participar en este importante proceso de toma de las decisiones que afectaran la vida y el futuro de la denominación y, por otra parte, tenemos que garantizar la plena participación de todos los/as delegados/as en el proceso de toma de decisiones", Kim Simpson, presidente de la comisión, dijo en un comunicado. "Apreciamos el consejo del comité ejecutivo del Concilio de Obispos/as y otros, mientras buscamos tomar una decisión que sea lo mejor para todos los interesados".
El Obispo Thomas Bickerton sirve en el comité ejecutivo y representa a los/as obispos/as en la comisión de la Conferencia General con voz pero sin voto: "Nos damos cuenta de que la decisión final está en manos de la comisión, pero en respuesta a nuestro papel como pastores/as de la iglesia en todo el mundo, sentimos firmemente que necesitábamos instar al aplazamiento de la Conferencia General en este momento", dijo Bickerton quien también dirige la Conferencia Anual de Nueva York, que incluye la localidad de Nueva Rochelle, la cual está bajo toque de queda con el fin de contener e avance del virus.
Hasta el 16 de marzo, más de 140 países y territorios han reportado casos del virus COVID-19. En total, hay más de 179,000 casos, más de 6,500 muertes relacionadas y esto aumenta a diario.
Los esfuerzos para reducir la propagación de la enfermedad han llevado a cierres y cancelaciones en todo el mundo. Los/as líderes de todo el mundo han prohibido las reuniones públicas. Las ligas deportivas han suspendido sus temporadas, los teatros de Broadway han cancelado sus funciones y las atracciones turísticas desde la Torre Eiffel, hasta la Torre de Tokio, están cerradas. Muchos/as pastores/as metodistas unidos también han suspendido los culto de adoración en sus iglesias, y algunos/as recurren a los servicios en línea.
En los Estados Unidos, el pasado 15 de marzo, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en ingles) pidieron la cancelación de reuniones masivas de 50 o más personas durante las próximas ocho semanas.
El Centro de Convenciones de Minneapolis, donde está programada la próxima Conferencia General, anunció que por recomendación del Departamento de Salud y la gobernación de Minnesota, pospondrá o cancelará los eventos hasta el 12 de abril y puede extenderlo en base a las ordenanzas que sobre salud publica se produzcan.
Por otra parte, existen una serie de restricciones de viajes en los EE.UU., que entraron en vigencia a partir del 13 de marzo, las cuales perjudicarían significativamente, la logística de la Conferencia General. Esas restricciones afectan particularmente a los/as delegados/as de las conferencias centrales de la iglesia en las regiones de África, Europa y Filipinas, ya que esta bloqueado el arribo de vuelos de Europa a los EE.UU. y la mayoría de los delegados/as procedentes de otros continentes, deben hacer escala allí antes de llegar a los EE.UU.
El Obispo Rodolfo Alfonso "Rudy" Juan, quien dirige el área de Davao en el sur de Filipinas y sirve en la comisión de la Conferencia General, dijo que los/as filipinos/as ya estaban teniendo problemas para obtener visas para los Estados Unidos, posiblemente como realización a la decisión del gobierno de filipino de poner fin a un acuerdo de defensa que mantenía con el gobierno estadounidenses desde hacia mucho tiempo.
Por otra parte, el pueblo filipino también enfrentan cada vez más restricciones de viaje a niel interno: “Manila y otras ciudades del país están bloqueadas debido a la cuarentena por la pandemia. Es una buena idea posponer", dijo Juan.
Incluso si hay quórum presente en Minneapolis, el obispo del Báltico Norte, Christian Alsted, dijo: "la ausencia de un gran número de delegados/as de las conferencias centrales creará desbalance democrático que afectará la legitimidad de todas las decisiones que tome la Conferencia General". Según la constitución de la iglesia, la Conferencia General sólo requiere de una mayoría simple de los/as delegados/as presentes para hacer el quórum reglamentario.
Los/as obispos/as reconocieron que cualquier decisión de demorar la conferencia, llega en un momento delicado para la iglesia, ya que en esta reunión se estarían considerando múltiples propuestas para resolver el debate, que por mucho tiempo a dividido a la iglesia, sobre la la homosexualidad. Entre las propuestas bajo consideración se encuentra el "Protocolo de Reconciliación y Gracia a través de la Separación", un acuerdo mediado entre líderes que tienen perspectivas teológicas y políticas contrarias en este tema. Líderes episcopales como Carter, Bickerton, Juan y Alsted firmaron el protocolo.
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La Conferencia General, se reúne cada cuatro años desde 1792, y es la instancia responsable de tomar decisiones cruciales en la vida de la iglesia, como por ejemplo: la elección de miembros del Concilio Judicial, el equivalente a una Corte Suprema dentro de la denominación, y la votación del presupuesto cuadrienal que financia los ministerios de toda la denominación.
La planificación de la reunión de 10 días, que cuesta millones de dólares, también es un esfuerzo de varios años que requiere reservar un centro de convenciones, hoteles y vuelos para los/as delegados/as.
En su carta, los/as obispos/as prometieron caminar junto a la comisión en el trabajo de reprogramación, así como con aquellos que sufren la pandemia: "Debemos ser conscientes ante todo de la misión", dijo la obispa Cynthia Fierro Harvey, quien será la próxima presidenta del Concilio de Obispos/as y es líder episcopal de la Conferencia Anual de Luisiana.
Ella también firmó el protocolo: “Muchos han sido y serán afectados por este virus. Lo que sé sobre los/as metodistas unidos/as es que sabemos resistir y cómo responder en tiempos de desastre; quizás deberíamos aplicar mucho de lo que hemos aprendido con el tiempo a esta crisis actual ".
* Hahn es reportero de noticias multimedia para United Methodist News. Póngase en contacto aquí al (615) 742-5470 o [email protected].
** El Rev. Gustavo Vásquez es el Director de Noticias Metodistas Unidas para la audiencia hispano-latina. Puede contactarle al (615) 742-5155 o por correo: [email protected]. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscribirse gratis al UMCOMtigo.
