Al comienzo de cada año, las personas suelen tomarse un tiempo para evaluar sus vidas y determinar nuevas prioridades y direcciones. Lo mismo debería ocurrir con las iglesias.
Necesita evaluar honestamente el progreso de su iglesia durante el año anterior para definir la dirección correcta para el nuevo año.
Mida los signos vitales de la iglesia
Probablemente haya oído hablar de las métricas dentro de la iglesia. Las métricas sirven como indicadores similares a la altura, el peso, la presión arterial, la temperatura y los niveles de colesterol. Indican salud o enfermedad y orientan diagnósticos posteriores.
Observe cada uno de los "signos vitales de la iglesia" a largo plazo para identificar posibles tendencias. Comience con los datos del VitalSigns Dashboard; a continuación, utilice los documentos de la conferencia de cargos para recopilar los datos de los últimos 20 años de su iglesia en las siguientes áreas:
- Membresía de la iglesia: La membresía muestra las tendencias históricas de la iglesia y puede ayudar a mostrar el grado de compromiso de los feligreses.
- Asistencia al culto: La asistencia al culto muestra el "latido" de la iglesia. Revise la asistencia en relación con años anteriores y busque entender las subidas y bajadas a lo largo del año y durante varios años. Compare también la asistencia como porcentaje del total de miembros.
- Distribución por edades de la iglesia en comparación con la comunidad: Obtenga los datos del censo para identificar la distribución por edades de su comunidad y compárela con la misma distribución para su membresía, asistencia al culto y asistencia al discipulado. El examen de las diferencias en cada área mostrará posibles problemas y oportunidades para su iglesia.
- Patrones de donación: Esta se mide por la cantidad total donada por una congregación a otras organizaciones para el apoyo de ministerios benévolos y caritativos, incluyendo las asignaciones a la denominación en su conjunto. Comprender las finanzas de su iglesia y los patrones de donación proporciona una indicación de la salud espiritual y la obediencia. También le ayuda a comprender las capacidades de la iglesia para realizar cambios que mejoren su eficacia.
- Asistencia a las actividades de discipulado: Esto proporciona un indicador de la formación espiritual, que se mide por grupos pequeños, clases de escuela dominical y estudios bíblicos. Mírelo como porcentaje de miembros y porcentaje de asistencia. Pregunte si su congregación está comprometida con el crecimiento espiritual a través del discipulado.
- Misiones: Medido por el número de personas en la congregación que participan en el alcance local, nacional e internacional.
- Traslados de entrada y salida: Compare las transferencias dentro y fuera de la iglesia. Esto mostrará su capacidad para retener y atraer miembros. Fíjese en los cambios significativos hacia arriba y hacia abajo.
- Bautizos, confirmaciones y profesiones de fe: Analice estas cifras en el contexto de su congregación. ¿Está haciendo el número apropiado de discípulos en relación con el tamaño de su congregación?
- Bajas: Observe el número de bajas por año y trate de entender la razón de las bajas. Si se trata de fallecimientos, compárelos con los bautismos, confirmaciones y profesiones de fe para determinar si puede mantener la vida de la iglesia.
Diagnostique los síntomas
¿Le gusta lo que ha leído y las herramientas que este provee?
Su aporte ayuda a asegurar el futuro de las comunicaciones del Ministerio Realice una donación libre de impuestos para apoyar a la United Methodist Communications hoy.
¡Haga una donación!
Busca cambios y tendencias en los datos. En cada cambio significativo en las tendencias, pregúntese qué ha ocurrido. ¿Ha habido un cambio de pastores? ¿Ha cerrado una fábrica o se ha trasladado un nuevo fabricante a la ciudad?
Evite culpar a otros o a factores externos, sino analice las acciones o inacciones de su iglesia y cómo influyeron en las tendencias. Busque opiniones de un amplio espectro de personas dentro y fuera de su iglesia y busque con valentía la verdad. La claridad sobre la situación actual es la única manera de crear un camino a seguir.
Preste atención al lenguaje corporal
Dedique tiempo a conocer su comunidad, su vocación y sus capacidades. Empiece por comprender su comunidad, la vocación específica de su iglesia y los puntos fuertes y débiles de su iglesia. Busca necesidades en tu comunidad que encajen con la vocación de tu iglesia y refuerza las oportunidades para el próximo año.
Tómese tiempo para sonar
Pregúntale a cada persona de tu equipo de liderazgo: "Si pudieras agitar una varita mágica para hacer que ocurriera un milagro mediano en esta iglesia, ¿cuál sería?". También puedes considerar tuitear esta pregunta para obtener respuestas de tu congregación. Extrae los temas sobre los sueños de la gente para la iglesia y tradúcelos en objetivos.
Ponerse a dieta
A menos que su iglesia esté experimentando un crecimiento significativo, a menudo se encontrará con que dispone de recursos similares o reducidos a los del año anterior. Recorte el 20% de los programas del año pasado para crear espacio para cosas nuevas en el nuevo año.
Elabore un presupuesto y compare precios
Tómese tiempo para reflexionar y evaluar cada inversión potencial antes de finalizar su presupuesto. Examine la dotación de personal, los programas y los gastos para ver si hacen avanzar a su iglesia hacia la consecución del llamamiento de Dios y si la iglesia puede ejecutarlo con éxito.
Compare los objetivos de las diferentes opciones de gasto y vea cuáles son las más prometedoras. Evalúe el personal remunerado y voluntario de la misma manera que los compromisos financieros.
Comparta la visión y busque victorias rápidas
La evaluación y la planificación son sólo el primer paso. Comparta la visión con los feligreses y busque las victorias rápidas para crear impulso.
Al igual que ir al médico, un chequeo anual de la salud de la iglesia puede ser desagradable. Sin embargo, puede ayudar a prevenir problemas importantes antes de que ocurran, así como proporcionar diagnósticos para hacer los cambios necesarios para crear o mantener una iglesia saludable.