Cada vez que se abre una aplicación, se hace clic en un enlace o se busca algo en Google, se está creando una huella digital.
"Todos los días, queramos o no, la mayoría de las personas contribuimos a crear un retrato creciente de quiénes somos en Internet, un retrato que probablemente es más público de lo que suponemos. Este retrato ayuda a las empresas a dirigir sus contenidos a mercados y consumidores específicos, ayuda a los empleadores a investigar sus antecedentes y ayuda a los anunciantes a rastrear sus movimientos en múltiples sitios web. Haga lo que haga en Internet, puede estar dejando huellas digitales" (Common Sense education).
La huella digital puede afectar varios aspectos de su vida. Algunas de las áreas que conocemos históricamente son: el empleo, la educación, la aplicación de la ley y como una herramienta de evaluación del carácter. Las huellas digitales del dispositivo pueden incluir métodos pasivos y activos. El objetivo de ambos enfoques es recopilar la información de un dispositivo. Estos son algunos ejemplos de cuándo se crean rastros:
Huella activa:
- Publicar y dar likes en Facebook, Instagram, snap, twitter, etc.
- Foros en línea, inscribirse para recibir correos electrónicos
- Aceptar la instalación de cookies
Huella pasiva
- Sitios web que instalan cookies en su dispositivo sin revelarlo
- Aplicaciones y sitios web que utilizan la geolocalización para determinar su ubicación
- Canales de noticias en las redes sociales y anunciantes que utilizan sus gustos, participaciones y comentarios para elaborar un perfil suyo y ofrecerle publicidad basada en sus intereses
Aunque no tenga nada que ocultar, es importante proteger su imagen virtual. Ser un ciudadano digital es una extensión de tu ministerio.
Estos son 6 pasos que puede tomar para cuidar su huella digital
- Introduzca su nombre en varios motores de búsqueda
- Compruebe dos veces su configuración de privacidad, pero no se fíe de ella
- Cree contraseñas fuertes y memorables
- Mantenga el software actualizado
- Revise el uso de su móvil. Si no lo necesita, elimínelo.
- Construya su reputación a través de su comportamiento.
Tambien es importante entender, que, al igual que en la vida real, hay una regla tácita de etiqueta en línea. Vea algunos ejemplos de lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer.
- Ser respetuoso/a. Si usted no le diría de frente algo a una persona, no se lo diga en línea.
- Cuide su lenguaje. Es fácil malinterpretar el texto escrito. Tenga en cuenta las mayúsculas de las palabras y los signos de exclamación.
- La gramática y la ortografía siguen siendo importantes. Si se comunica con alguien profesionalmente, refleje un estilo de escritura adecuado.
- No comparta material inapropiado (aunque sea privado). Ya se ha dicho bastante. Nada es realmente privado en Internet.
Dar sentido a estas nuevas realidades digitales puede ser confuso y es propenso a las dinámicas desiguales e injustas de la sociedad actual. Pero una vez que entendemos los fundamentos del campo digital, podemos empezar a sostener una iglesia del siglo XXI.
Este recurso fue creado en colaboracion entre El Plan Nacional para el Ministerio Hispano/Latino y Comunicaciones Metodistas Unidas. Lea también Acceso a los medios de comunicación.