Cobertura de la Conferencia General: La Conferencia General diferida de 2020 se llevará a cabo del 23 de abril al 4 de mayo.

Ofrecer es agradecer

Introducción

La niña Linda fue a casa de la señora Teresa para regresarle el recipiente en el que la señora Teresa le había regalado comida a la familia de Linda. Algo despistada, Linda llego corriendo a la casa: “Señora Teresa aquí está su recipiente”. Teresa abrió la puerta, tomo el recipiente y esperó. Linda sin decir ni una palabra más se dirigió a su casa. La señora Teresa, alzando la voz en forma sarcástica dijo: ¡Gracias!, a lo que Linda respondió: ¡de nada!

El agradecimiento es algo a lo que se responde, por lo menos verbalmente con un “gracias”, pero en la Escritura vemos que hay algo más que podemos hacer para ser agradecidos.

Lectura Bíblica: 

Salmos 116:12-17 NTV

12¿Qué puedo ofrecerle al Señor por todo lo que ha hecho a mi favor?
13 Levantaré la copa de la salvación y alabaré el nombre del Señor por salvarme.
14 Cumpliré las promesas que le hice al Señor en presencia de todo su pueblo.
15 Al Señor le conmueve profundamente la muerte de sus amados.
16 Oh Señor, soy tu siervo; sí, soy tu siervo, nací en tu casa; me has liberado de mis cadenas.
17 Te ofreceré un sacrificio de agradecimiento e invocaré el nombre del Señor.

Fundamento Bíblico

Si lee más detenidamente todo el salmo descubrirá que el Salmista había experimentado el favor de Dios y su bondad al oír sus suplicas, librándolo de la muerte, sanándolo, guiando sus pasos y libertándolo de las cadenas. La manera de expresar su agradecimiento fue a través de un sacrificio de agradecimiento, “Te ofreceré un sacrificio de agradecimiento e invocaré el nombre del Señor” (vs. 17). 

El sacrificio de agradecimiento aparece varias veces en el Antiguo Testamento (Levítico 7:11-15). Este sacrificio es conocido como parte de la ofrenda de paz, la diferencia es que, el sacrificio de agradecimiento es voluntario y es motivado precisamente por el agradecimiento. Este sacrificio incluía un animal, panes y granos. No era forzado o un mandato de Dios. Una vez que la persona estaba consciente de lo que Dios había hecho, este sacrificio era una manera en que la persona podía expresar de manera especial lo que Dios había hecho en sus vidas. Después de que el sacerdote y Dios recibieran sus porciones, el adorador podía llevarse su carne y hacer banquete con su familia y amistades. Recordemos que en los otros sacrificios que el pueblo practicaba en el Antiguo Testamento el animal era consumido completo y por lo tanto la persona regresaba a casa sin nada. Pero ese no era el caso en este tipo de sacrificio de agradecimiento. Entonces, este sacrificio expresaba la gratitud de la persona que lo presentaba. Eso significa que el sacrificio era el medio de decir “gracias Dios”. Por lo tanto, el sacrificio significaba una respuesta y acción de parte de la persona hacia Dios.

Fundamento Practico

Durante esta temporada de Acción de Gracias, le animamos a usted y a su congregación a reflexionar sobre la gratitud con esta serie devocional de cuatro partes durante su próximo estudio bíblico.

Esto nos trae una pregunta: ¿Qué ofrecemos a Dios cuando le agradecemos? Por supuesto, no tenemos que hacer los sacrificios del Antiguo Testamento, ni llevar al próximo servicio de adoración medio cordero, pero bien podemos ofrecer algo a Dios como simbolismo de nuestra gratitud. Hay personas que por agradecimiento invitan a comer a la persona con la que están agradecida, otros les ofrecen una giftcard del famoso café Starbucks, otros ofrecen sus servicios profesionales gratuitamente en forma de agradecimiento. En algunas familias este es un valor que se inculca en los hijos, ofrecer algo por gratitud.

Me parece que cuando se trata de Dios podemos expresarnos de una manera similar, por gratitud podemos ofrecerle a Dios nuestro servicio profesional de carpintería y ponerlo a disposición de su iglesia, podemos ofrecer nuestro tiempo sirviendo en algún área ministerial, podemos ofrecer alimento al que está necesitado, podemos dar una ofrenda especial a un ministerio de la iglesia o podemos ser voluntarios en alguna organización.

Ofrecer nuestra gratitud con palabras puede además ir acompañado de algo más.

Cuando hay agradecimiento, llegar a dar, servir o hacer algo no es complicado. Este fue el caso de una congregación a la que pastoree. Estábamos en un proceso de remodelación y mantenimiento y nuestra congregación contaba con un número bastante grande de miembros que trabajaban en construcción y remodelación. Todos tenían mucho trabajo, y siendo un trabajo físicamente agotador no era fácil ofrecer su mano de obra para la iglesia. Sin embargo, el proyecto inicio y con ello, los miembros de la iglesia comenzaron a ofrecer su servicio aun después de haber tenido un día largo y pesado de trabajo. Todo esto lo hacían porque estaban agradecidos con Dios y la iglesia.  

Preguntas

  • ¿Qué es lo que puede ofrecer a Dios por agradecimiento?
  • ¿Qué nos detiene de ofrecer algo a Dios por agradecimiento?

Conclusión

Como en el Antiguo Testamento que está lleno de simbolismos y rituales, hoy podemos seguir ese ejemplo como el del sacrificio de agradecimiento. Solo que, en lugar de usar los elementos según Levítico, podemos ofrecer algo según nuestro contexto. Así que, además de expresar verbalmente su gratitud, también ofrezca algo a Dios por agradecimiento. Piense en sus talentos y habilidades, en sus recursos financieros, en su tiempo, en el conocimiento que tiene, piense en algo que podría ofrecerle a Dios por agradecimiento y ofrézcaselo, sepa que Dios lo recibirá con agrado. 


El Rev. Dr. David Rangel es pastor en la Conferencia Norte de Texas de la Iglesia Metodista Unida. Obtuvo su Maestría de Divinidades y su Doctorado en Ministerio de la Escuela de Teología Perkins de Southern Methodist University. Además del pastorado, dirige su propio grupo coaching Momentum el cual entrena a pastores e iglesias en el tema de predicación, discipulado, liderazgo y estrategias ministeriales. Tambien se unió a la facultad de maestros de la Escuela Regional del Curso de Estudio de la Escuela de Teología Perkins. Está casado con su esposa Liliana desde el 2011, y juntos tienen dos hijas, Emma Olivia y Camila Michelle. Sus dos pasajes favoritos son Jeremías 29:11 y Colosenses 3:23.  

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