Oración Comunitaria de Confesión para Miércoles de Cenizas (Basada en el Salmo 51.3)
Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. (Salmo 51.3)
Oh Dios, cuando pausamos en este Miércoles de Cenizas, y miramos hacia atrás a nuestras vidas, nos percatamos que se nos ha pesado en la balanza y mucho ha quedado por decir.
Hemos descuidado hacer el bien cuando estaba en nuestro poder hacerlo.
Así como los antiguos creyentes, hemos derrumbado tus altares y edificado ídolos fabricados a nuestra propia imagen.
Le hemos dado la espalda a la pobreza, optando mejor por criminalizarla.
Hemos ignorado el clamor de los huérfanos y huérfanas, del viudo y la viuda, optando mejor en convertir la niñez y la vejez en el nuevo sector pobre.
Hemos arruinado el país con nuestra avaricia y hemos consumido más de nuestra porción de las riquezas mundiales.
No hemos trabajado bien con nuestros enemigos y amistades, y hemos fingido nuestro lugar al lado de los justos.
Perdónanos, oh Dios, por convertir nuestra penitencia y cenizas en algo que está de moda persiguiendo la forma sin sustancia.
Perdónanos, oh Dios, por las veces que descuidamos el darle a la niñez y al mundo un ejemplo auténtico de lo que es la cristiandad.
Mientras comenzamos el peregrinaje de estos 40 días, purifícanos, oh Dios, y seremos limpios; lávanos, oh Senor, y recibiremos plenitud. Amén.
(Silencio)
Palabras de seguridad: Escuchen las Buenas Nuevas. El Señor, nuestro Dios, es misericordioso y clemente, lento para la ira y grande en misericordia (Joel 2.13).
Dios escucha los clamores fervientes de las personas arrepentidas y perdona sus pecados.
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