Si alguna vez has tenido que dar con una gran idea en muy poco tiempo, probablemente sabrás que la creatividad bajo presión, o a la carta, escasea. Cuando el personal de tu iglesia se sienta agotado por la interminable planificación o el estrés de los acontecimientos mundiales, regálales un descanso creativo.
No me refiero sólo a los pastores o a los miembros del personal de la iglesia: los descansos creativos pueden (y quizás deberían) ser planificados por los laicos que se sientan impulsados a nutrir y revigorizar al personal, que tan amorosa y desinteresadamente se dedica a la labor de la iglesia.
¿QUÉ ES UN DESCANSO CREATIVO?
El tiempo intencionado para centrarse en ejercicios divertidos y atractivos para el hemisferio derecho del cerebro aumentará la creatividad. Un descanso creativo puede durar una hora, medio día o un día entero, lo que mejor se adapte a la disponibilidad de los participantes. Sólo hay que planificar las actividades teniendo en cuenta las limitaciones de tiempo.
Los asistentes deben participar plenamente y resistirse a la tentación de consultar el correo electrónico o responder a las llamadas telefónicas. Tampoco es el momento de hablar de las listas de tareas pendientes o de hacer una lluvia de ideas para un proyecto concreto. Si el personal necesita hacer una lluvia de ideas sobre una próxima temporada ministerial, una serie de sermones, un esfuerzo de gestión, etc., programar una sesión de lluvia de ideas directamente después del descanso creativo podría ser muy útil, ya que todos estarán en un estado de ánimo innovador.
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- Ubicación: Elige un espacio para tu reunión creativa que se salga de lo habitual para el grupo. En lugar de una sala de conferencias en la iglesia, reúnanse en un parque, en la casa de un feligrés o en la sala de estudio de su biblioteca local.
- Tiempo: La mejor manera de aprovechar el pensamiento del hemisferio derecho es por la mañana, antes de que la lógica del hemisferio izquierdo entre en acción a medida que se toman más y más decisiones a lo largo del día.
- Materiales: Ten a mano papel, marcadores, notas adhesivas, papel de pizarra, juguetes didácticos y artículos específicos para la actividad.
- Sustento: Pregunte por los bocadillos y bebidas favoritos de cada asistente y asegúrese de que estén disponibles. Este pequeño toque de hospitalidad hace que todos se sientan bienvenidos, cómodos y valorados.
AHORA, ¿QUÉ HACEMOS REALMENTE?
Comienza con una oración, pidiendo que el espíritu de diversión y creatividad envuelva el espacio y a todos los presentes. A continuación, establece las expectativas y el tono: nada de trabajo, todo juego. Anima a todos a soltarse, a disfrutar y a dejarse llevar por la imaginación y el comportamiento infantil. Su compromiso en este momento puede amplificar la productividad más adelante, ya que saldrán del evento sintiéndose inspirados.
Una vez preparado el escenario, inicie las actividades de calentamiento independientes. He aquí un par de ideas:
- Escritura con la mano no dominante: Pide a cada persona que coja un bolígrafo y un papel y que escriba su nombre en letra de imprenta y cursiva con su mano no dominante; luego haz que intente escribirlo al revés, al revés, desordenado, etc. Este rápido ejercicio hará que el pensamiento creativo se ponga en marcha de inmediato, ya que el cerebro derecho tiene que pensar mucho para hacer algo contrario a la intuición.
- Colorea su mundo: Los marcadores no son sólo para los niños. Este ejercicio ayudará al grupo a relajarse. Pide a todos que dibujen/coloreen patrones, formas y garabatos, intentando llenar una hoja entera de papel con lo que se les ocurra. En una segunda página, pídeles que dibujen/coloren patrones, formas y garabatos que se relacionen con tu iglesia, ministerios o comunidad.
Ahora pasemos a las actividades en grupos pequeños. Estos ejercicios son mejores para grupos de cinco personas o menos. Considera estas opciones, pero usa tu imaginación para planear algo que creas que los participantes disfrutarán:
- Sé un constructor: Entregue a cada grupo una caja con artículos al azar: incluya materiales de artesanía (plumas, hilo), pequeños artículos domésticos (un calcetín, piezas de juegos de mesa), material de oficina (clips de carpeta, papel), etc. Con un viaje a una tienda de dólar tendrás todo lo que necesitas. La caja de artículos de cada grupo puede ser completamente diferente, pero asegúrate de que todos reciban un rollo de cinta adhesiva transparente. Establece un límite de tiempo de 15 minutos y pide a cada grupo que utilice únicamente los elementos de su caja para construir algo, literalmente cualquier cosa, que quieran crear. No ofrezcas sugerencias ni respondas a otras preguntas; anima a los grupos a apoyarse en la creatividad de los demás para orientarse. Pide a los grupos que pongan nombre a su creación y compongan una breve narración sobre lo que es y para qué sirve. Cuando se acabe el tiempo, pide a cada grupo que presente su trabajo.
- Juego de palabras: Imprime una serie de palabras (ejemplo) y recórtalas de manera que haya una sola palabra por hoja de papel. Da a cada uno tres palabras. Pídeles que busquen a otras dos personas y creen una frase utilizando todas sus palabras. Establece un breve límite de tiempo: dos minutos deberían ser suficientes. Cuando se acabe el tiempo, pregunta si alguien quiere compartir la frase de su grupo. Es probable que las frases no tengan sentido, ¡por eso es tan divertido! A continuación, cada uno debe elegir tres palabras y encontrar a dos personas diferentes para crear una frase distinta. Repite la actividad cuando el tiempo lo permita.
¡Es hora de hacer una pausa en el descanso! Tómate 15 minutos para salir al exterior (o a un espacio interior diferente) y haz algunos estiramientos sencillos y respiraciones profundas. Si tienes un grupo con mucha energía, ¡juega a los congelados!
Ahora es el momento de realizar una actividad en grupo. Esta parte del descanso creativo es una oportunidad para ser un poco más serio, si eso se ajusta a la personalidad de tu grupo. Una de las ideas que se presentan a continuación podría ser perfecta para tus participantes, pero si no es así, inventa algo que consideres que les hará participar mejor:
- Imagina que..: Pide al grupo que se siente en círculo. Diles que en este ejercicio sólo pueden hacer preguntas. Empieza diciendo: "¿Qué pasaría si nuestra iglesia no formara parte de nuestra comunidad?" y deja que el grupo intervenga a partir de ahí. Puedes permitir que la actividad se desarrolle mediante la participación propia, pero si ves que un pequeño grupo de personas habla mucho más que los demás, considera la posibilidad de moverte alrededor del círculo, permitiendo que la gente pase si no quiere participar. Termina la actividad preguntando algo inspirador, como por ejemplo: "¿Y si nuestra iglesia fuera el catalizador que cambia el mundo para bien?".
- Una obra de arte: Si tienes un grupo de artistas, ésta es una excelente manera de terminar tu descanso creativo. Coloca una tela y un gran lienzo en un caballete, junto con un surtido de pinceles y pinturas acrílicas. A continuación, invita al grupo a acercarse a este espacio artístico, de uno en uno, para añadir al lienzo cualquier cosa que deseen, desde un toque de color hasta un dibujo. Después de que todos hayan tenido su turno, diles que la belleza de la creatividad combinada puede llevarles a lugares que nunca podrían imaginar por sí solos.
Como ejercicio final, pide a cada participante que describa su experiencia de descanso creativo en dos palabras. Anote la lista en un rotafolio o pizarra para que el grupo pueda ver las distintas respuestas.
Termina el evento pidiendo a todos que se pongan como objetivo aprovechar el pensamiento del cerebro derecho como parte del trabajo diario. Envíales el artículo de MyCom "¿Necesitas ideas? Mírate en el espejo", en el que se sugieren actividades que pueden utilizarse para encender la creatividad al abordar proyectos o tareas.
Dadas las muchas prioridades a las que nos enfrentamos cada día, celebrar y ejercitar la creatividad que Dios nos ha dado no suele ser lo primero en nuestra lista de tareas. La planificación de un descanso creativo como el descrito anteriormente podría ser la experiencia refrescante que el personal de tu iglesia ha estado buscando.
Laura Buchanan es especialista en material creativo de United Methodist Communications.