Misión

Planeando un viaje misionero

Proyecto misionero durante la recuperación del huracán Maria en Puerto Rico. Foto cortesía de Michelle Maldonado.
Proyecto misionero durante la recuperación del huracán Maria en Puerto Rico. Foto cortesía de Michelle Maldonado.

Los viajes misioneros pueden ser increíblemente gratificantes. Al mismo tiempo, la perspectiva de coordinar un viaje para una iglesia local puede ser increíblemente desalentadora. En Highland Park United Methodist en Dallas, tomamos estos 10 pasos para asegurar que los viajes misioneros sean útiles para la comunidad anfitriona, significativos para los participantes y seguros para todos los involucrados.

 

1. Seleccione un anfitrión. Los únicos viajes misioneros que realizamos actualmente son con vista a largo plazo.

2. Finalice los detalles. Conozca los datos básicos antes de promocionar el viaje misionero como: líderes de viaje, fechas, tamaño del equipo, requisitos para servir, tipo de trabajo, transportación, alojamiento, costo y requisitos de viaje (pasaporte, visa, vacunas/medicamentos).

3. Desarrolle un cronograma para su uso personal. Comience con la fecha de partida y trabaje hacia atrás, asegurándose de hacer todo a tiempo: fecha límite de solicitud/inscripción, calendario de pagos, papeleo debido, reuniones de viaje, comunicaciones del equipo, preparativos de emergencia y planes de preparación devocional/lectura.

4. Invite a su congregación y comunidad a participar. Ofrezca maneras para que los que no los vayan a acompañar en el viaje participen (proporcionando ayuda financiera, orando, proporcionando comidas para las reuniones).

5. Comunique las metas. Asegúrese de que los miembros de su equipo conozcan el objetivo del viaje. Si no se los dice, ellos decidirán por sí mismos.

6. Invierta en su equipo. Capacite a los participantes para que sirvan de manera responsable. (Incluya procedimientos de seguridad infantil, si trabaja con niños.) Eduque a su equipo en el ministerio anfitrión (y en el país, si trabaja en el extranjero). Preparar a los individuos espiritualmente.

7. Prepárese para emergencias. Determine cómo se comunicará dentro del equipo y con la iglesia en casa. Normalmente llevamos dos botiquines de primeros auxilios grandes y tenemos un rastreador GPS.

8. Determine sus próximos pasos. ¿Cuáles son los objetivos para su equipo después del viaje? ¿Qué espera que haga cada persona? Sea específico.

9. Cuente historias. Durante y después de su viaje, utilice medios sociales, video y fotos para comunicar lo que sucedió. Resista la tentación de subrallar la pobreza y el sufrimiento; en vez de ello, celebre las cosas maravillosas del trabajo que están haciendo la gente local y lo que están haciendo juntos.

10. Haga un seguimiento. Evalúe el viaje. Envíe notas personales a cada participante, agradeciéndoles y animándoles a dar el siguiente paso. Escriba sus ideas sobre cómo mejorar para el próximo viaje. Pregunte a su ministerio anfitrión cómo puede ser un mejor socio en el futuro. Celebre el viaje dentro de su congregación.

 

Constantemente refinamos nuestros procesos y damos la bienvenida a la oportunidad de colaborar o ser un recurso para otras iglesias.

Hillary Owen, owenh@hpumc.org, es coordinadora de extensión en Highland Park United Methodist Church, Dallas.

 

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