Admítelo, a veces las ofrendas no son suficiente. Cuándo la iglesia necesita aumentar sus donaciones, ¿qué se puede hacer? ¿Qué tipo de actividades para recaudar fondos deben llevar a cabo las iglesias y cómo pueden lograr que sus miembros participen? ¿Es posible hacer que la recaudación de fondos sea divertida y significativa?
Aunque la recaudación de fondos no es definitivamente la única manera de recaudar dinero, es una de las opciones más populares entre iglesias. Si su iglesia decide organizar un evento para recaudar fondos, usted debe considerar estos tres objetivos principales:
- El propósito más obvio es recaudar dinero para la iglesia o uno de los ministerios de la iglesia.
- Otro objetivo de la recaudación de fondos es animar el apoyo financiero a la iglesia o a un ministerio específico para aportar a la misión de la iglesia.
- Finalmente, ya que la recaudación de fondos a menudo puede ser vista como el proceso de "comprar y vender" y no como una donación generosa, es importante ayudar a su iglesia a entender la diferencia. La recaudación de fondos asiste en desarrollar dos elementos muy importantes al discipulado: fortalece a la comunidad y promueve una buena mayordomía.
La Primera Iglesia Metodista Unida de Lakeland, Florida, declara en su manual de Políticas, Principios y Procedimientos de Recaudación de Fondos: "La recaudación de fondos nunca debe opacar la práctica de la mayordomía." Al definir la mayordomía, los Metodistas Unidos creen que todo, incluyendo los recursos financieros, es un regalo de Dios. Por lo tanto, la manera en la que se gastan o se regalan las acciones financieras es parte de la mayordomía cristiana. Un aspecto vital de la mayordomía es el apoyo monetario de la iglesia y sus ministerios. Si se llevan a cabo de la manera correcta, los eventos de recaudación de fondos pueden ayudar a los miembros de la iglesia a ser buenos administradores de su tiempo, sus talentos y sus finanzas.
Plan para la recaudación de fondos
Tener un plan de recaudación de fondos es muy importante. Si aún no lo ha hecho, tal vez sea buena idea definir las pólizas y procedimientos de su iglesia. Aquí hay algunas preguntas importantes que debe hacer antes de comenzar a planear un evento o programa específico:
- ¿Cuál es la necesidad?
- ¿El dinero adquirido se usará para los elementos esenciales del ministerio?
- ¿Cómo se llevará a cabo la recaudación de fondos?
- ¿Hay algo acerca de la actividad de recaudación de fondos en sí que esté en oposición al propósito y la identidad de la Iglesia Metodista Unida?
- ¿Este esfuerzo para recaudar fondos unirá más a nuestra iglesia?
- ¿Hay algo de esto que pueda causar división?
- ¿Es esto algo que ya se está haciendo en otras partes de la iglesia? Si es así, ¿tendrá éxito una duplicación?
Al contestar estas preguntas, usted ayudará a asegurar que el esfuerzo para recaudar fondos traerá gloria y honor a Dios al igual que promoverá los ministerios de la iglesia. Cualquier actividad de recaudación de fondos deberá respetar los ministerios y el espacio de la iglesia, así como a la congregación de la iglesia (incluyendo a aquellos que no puedan contribuir).
Traer diversión a la recaudación
Hay diferentes maneras para recaudar fondos. Tres categorías básicas son:
- donaciones personales o una campaña de “promesa”
- campañas de ventas
- eventos especiales
Las donaciones personales y las donaciones de campaña se utilizan a menudo en las iglesias cuando se necesita una gran suma de dinero para un proyecto de construcción o para la extensión de un ministerio. Las campañas de ventas y los eventos especiales se usan más comúnmente al recaudar dinero para necesidades más pequeñas y específicas, como apoyar un proyecto misionero específico o ayudar con una necesidad dentro de la iglesia.
Independientemente del formato usado para la recaudación de fondos, pedir dinero puede ser una tarea tediosa e incómoda para muchos. Usted necesita considerar lo que motiva a la gente a dar o encontrar la manera para hacer que el proceso sea más divertido y significativo.
Sea creativo.
Hay numerosas formas para recaudar fondos. Intente algo nuevo. No tenga miedo de ir más allá de la venta de comida. Casi todo el mundo ha comprado un platillo de comida, pero la mayoría de la gente nunca ha participado en una subasta de arte. Al reclutar la ayuda de varios artistas dentro de su iglesia o comunidad, usted les da a otros la oportunidad de practicar la mayordomía de sus talentos así como de sus finanzas. Además, usted puede obtener la oportunidad de promover su iglesia a sus vecinos que no asisten a la iglesia.
Si usted cree que no tiene ningún artista en su iglesia, ¡está muy equivocado! El arte no tiene que ser creado por profesionales. Dé a sus niños y jóvenes la oportunidad de crear piezas de arte, y vea como los abuelos, padres, y vecinos se apuntan para comprar. Una iglesia vendió una colcha por cientos de dólares. Esta colcha fue creada usando cuadros de tela que niños pintaron durante la escuela bíblica de vacaciones.
Incluya a los jóvenes.
Los jóvenes añaden diversión al instante a cualquier proyecto. Al involucrar a los niños y jóvenes en la recaudación de fondos, seguramente usted aportará un poco más de entusiasmo y energía al evento.
Tal vez esté organizando una cena para el día del amor y la amistad y así recaudar fondos para un proyecto misionero. Coordine con los maestros de niños y líderes de jóvenes para encontrar quienes pueden proveer entretenimiento o quienes pueden ayuden a servir a los demás.
Asimismo, usted puede enseñar a los niños sobre la mayordomía creando eventos de recaudación exclusivamente para ellos. Por ejemplo, anime a los niños a competir en una guerra de centavos para ver cuál clase puede recaudar la mayor cantidad de centavos. Asegúrese de que los niños reconozcan la necesidad que va a ser compensada por el dinero que se recauda, y si es posible, inclúyalos en algún aspecto activo del ministerio. Por ejemplo, si el dinero se usa para comprar alimentos para las cajas del Día de Acción de Gracias, deje que los niños ayuden a hacer las compras, empacar o entregar los artículos.
Haz un esfuerzo en equipo.
Cuanta más gente pueda involucrar, más diversión tendrán. No tenga miedo de pedir ayuda a otros grupos dentro de la iglesia. Por ejemplo, hay señoras mayores de una iglesia que pasan el año haciendo jabones, lociones y manualidades para vender en apoyo de una obra en particular. En lugar de tratar de vender los artículos ellas mismas, los productos se venden en el evento anual de Navidad para niños. En el evento, los niños son recompensados con dinero que han ganado en sus clases durante todo el año por completar varias tareas. El dinero debe ser gastado en la "tienda de Belén" donde los niños pueden comprar regalos para sus padres u otros seres queridos.
Busque maneras en que la gente de su iglesia pueda usar sus talentos para ayudar a contribuir, y piense de una manera diferente para generar ideas sobre cómo recaudar fondos. A veces solo pensamos en la gente que sabe cocinar, hacer postres o cantar. Pero las personas que son buenas con la carpintería o reparaciones también pueden ayudar. Organice una subasta de tiempo y talento donde los clientes paguen por el tiempo y los servicios de un voluntario calificado. Por ejemplo, el ganador de una subasta podría obtener dos horas con un encargado de mantenimiento que trabaje en proyectos domésticos. Otro postor podría ganar una niñera el sábado por la noche. Y otro más podría preparar sus impuestos.
Además de estos consejos, nunca olvide ¡promover, promover, promover! Si nadie sabe de un evento o de una venta, nadie puede donar. Y siempre haga que el donar sea fácil. Usted puede visitar el Centro de Desarrollo de la Iglesia Metodista Unida para averiguar cómo la iglesia general se está uniendo a las iglesias locales para usar los eventos de recaudación de fondos y crear un impacto a las comunidades y en el mundo entero.
La recaudación de fondos no tiene que ser aburrida, y definitivamente no tiene que ser una tarea. Cuando se usa no solamente para recaudar fondos sino también para exhortar la mayordomía, la recaudación de fondos puede ser vista como un método para financiar la iglesia y a la vez como una manera de educar a la iglesia.
Escrito por Tricia Brown. Traducido por Cristian Jiménez.