Centrándonos en la misión
En 2022, la Iglesia Metodista Unida respondió a las necesidades médicas globales mientras luchábamos con la pandemia de COVID y sus efectos en la gente y las iglesias. Esta labor fundamental incluyó dar atención a las vacunas globales, así como al fortalecimiento de los ministerios de Ministerios Globales y el Comité de Ayuda Metodista Unido a fin de apoyar la salud y la plenitud en todo el mundo.
Un resultado positivo que vino de la pandemia fue el incremento del uso de tecnología en nuestras iglesias locales y en las experiencias de adoración, todo esto apoyado por Comunicaciones Metodistas Unidas. El que la iglesia mundial haya desarrollado estas habilidades tecnológicas ha permitido conectarnos con más eficiencia en el ministerio, removiendo las barreras producidas por nuestra diversa geografía. Tanto los Ministerios de Discipulado como la Junta General de Educación Superior y Ministerio han trabajado para que el ministerio ordenado y el discipulado sea más accesibles, de modo que más gente puede responder al llamado de Dios en sus vidas.
Cuando la gente defendió la inclusión y la igualdad, la Iglesia Metodista Unida estuvo junto a ellos. La Junta General de Iglesia y Sociedad, la Comisión sobre Religión y Raza, y la Comisión del Estado y Rol de la Mujer siguen ayudándonos a imaginar y trabajar hacia un mundo más justo y equitativo. Mientras que el pueblo de Ucrania sufría otro año de guerra, la Iglesia Metodista Unida en Ucrania y en todo el mundo ofreció ayuda humanitaria a los necesitados. Cuando los desastres naturales devastaron casas y comunidades, estuvimos allí para ofrecer consuelo, esperanza y ayuda. La Iglesia Metodista Unida en todo el mundo ha seguido predicando las buenas nuevas en persona y virtualmente a un mundo que necesita la esperanza sanadora que provee Jesucristo.