Qué entendemos por «medios de gracia»

Una frase que los Metodistas Unidos usan a menudo es «medios de gracia», pero ¿qué significa esa frase? Los medios de gracia son prácticas vitales que realizamos todos los días para profundizar nuestra relación con Dios, vivir las enseñanzas de Cristo y permitir que el Espíritu Santo nos conceda esperanza y fortaleza renovadas en nuestro camino espiritual.

GRACIA WESLEYANA

La gracia estaba en el corazón del movimiento metodista original iniciado por el reverendo John Wesley en el siglo XVIII. Wesley define la gracia como la suma total de todos los dones y bendiciones de Dios sobre la humanidad desde el momento de la creación.

«Porque nada somos, ni tenemos, ni hacemos, que pueda merecer lo más mínimo de la mano de Dios. Todas nuestras obras, Tú, oh Dios, las has hecho en nosotros. Estos, por lo tanto, son otros tantos ejemplos de misericordia gratuita: y cualquier justicia que pueda hallarse en el hombre, ésta es también el don de Dios» Salvación por la fe.

Wesley creía que experimentamos la gracia en tres etapas: gracia preveniente, gracia justificadora y gracia santificadora. La gracia preveniente precede a la fe, conduciéndonos hacia Dios y permitiendo la acción justa antes de la justificación. La justificación se produce cuando una persona acepta la fe cristiana y recibe la seguridad del perdón y el amor de Dios. Es el momento en que empezamos a aceptar la fe y a encontrar nuestra esperanza en la gracia todopoderosa de Dios. La santificación es el siguiente paso a través del cual, por la gracia continua de Dios y nuestra recién descubierta fe, nos esforzamos por vivir plenamente las enseñanzas de Cristo.

Wesley dedicó mucho tiempo a la santificación porque creía que los cristianos no sólo tenían que aceptar libremente la fe cristiana, sino también vivir de acuerdo con el Evangelio. Para Wesley, tener fe no sólo significaba tener las creencias o doctrinas correctas, sino vivir una vida transformada por el Espíritu Santo para parecerse más a Cristo. Los cristianos se santifican por medio de la gracia. 

Preguntas:

1. ¿Cómo definiría la gracia a alguien que no está familiarizado con el cristianismo?
2. ¿Por qué sostenía Wesley que vivir una vida cristiana era tan importante como tener las creencias correctas?

PRACTICAR LOS MEDIOS DE GRACIA

Como parte del proceso de santificación, los cristianos se comprometen con disciplinas espirituales que les ayudan a profundizar en su relación con Dios, formar hábitos espirituales positivos y cultivar expresiones auténticas de amor y compasión cristianos. Wesley se refirió a estas prácticas como medios de gracia, porque son «los canales ordinarios por los que Él [Dios] puede transmitir a los hombres, previniendo, justificando o santificando la gracia...» Los medios de gracia.

Wesley identifica tres medios esenciales de gracia que los cristianos de todos los tiempos han observado siempre: la oración, la Escritura y el sacramento de la comunión. En la oración, nos dirigimos a Dios en busca de ayuda, fuerza y/o perdón, al tiempo que nos abrimos a su guía. Al escuchar, leer y reflexionar sobre las Escrituras, consultamos las enseñanzas de Cristo y permitimos que el Espíritu Santo nos hable a través de ellas. La comunión es una de las formas más tangibles de recibir la gracia de Dios. Durante el sacramento, confesamos y nos arrepentimos de nuestros pecados, reconocemos nuestra continua necesidad de Dios, reafirmamos nuestras creencias cristianas y mostramos nuestro amor mutuo al compartir la mesa.

Sin embargo, hay muchos otros medios de gracia además de estos tres. Aunque no existe una lista exhaustiva, un medio de gracia es cualquier práctica que invita a la gracia transformadora de Dios en nuestras vidas. Tradicionalmente, los metodistas han dividido los diversos medios de gracia en dos categorías generales: obras de piedad y obras de misericordia. La mejor manera de entenderlas es enmarcarlas en torno al mandamiento supremo de «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo». Lucas 10:27 (RVR 1960).

1. ¿Por qué cree que Wesley consideraba que las Escrituras, la oración y la comunión eran los tres medios de gracia más importantes?
2. ¿Por qué es importante practicar regularmente los medios de gracia después de haber aceptado la fe cristiana?

OBRAS DE PIEDAD

Las obras de piedad son las diversas formas en que mostramos nuestro amor y fe en Dios e invitamos al poder del Espíritu Santo a nuestras vidas. Incluyen la oración, los sacramentos, cualquier tipo de culto corporal, los ejercicios de devoción privada, el ayuno, etc.

Si alguna vez ha participado en un grupo de discipulado de pacto, sabrá que dividen las obras de piedad en dos subgrupos: actos de devoción y adoración. Los actos de devoción suelen tener lugar en privado o en pequeños grupos e incluyen prácticas como la oración, la meditación o la lectura de las Escrituras. Significa dedicar a Dios un tiempo y energía personales que van más allá del culto comunitario. Es una forma de poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas.

Los actos de culto son comunitarios y tienen lugar en entornos más públicos. Los actos de culto incluyen cantar, compartir la comunión o recitar oraciones y credos juntos durante un servicio religioso. Los actos de culto comunitarios son importantes por varias razones. Cristo mismo nos dice que donde dos o más están reunidos en su nombre, Él también está presente (Mateo 18:20). Las prácticas comunitarias son también una forma de que los cristianos construyan fuertes lazos entre sí. Por último, ofrecen una herramienta de enseñanza vital, ya que Dios a menudo nos habla a través de las palabras o el testimonio de otras personas. El cristianismo es una fe fundamentalmente comunitaria.

Preguntas:

1. ¿Cómo expresa a diario su amor a Dios?
2. ¿Qué actos de culto (cantar, orar, comulgar, etc.) le producen más alegría? ¿Por qué?
3. ¿Por qué cree que las obras de piedad personal y comunitarias son igualmente importantes?

OBRAS DE MISERICORDIA

Las obras de misericordia se centran en el amor al prójimo; sin embargo, dado que el mandamiento de Dios es que amemos a nuestro prójimo, también expresamos nuestra fidelidad a Dios a través de las obras de misericordia. Además de hacernos mejores seguidores y seguidoras de las enseñanzas sociales de Cristo, las obras de misericordia nos ayudan a desarrollar una mayor empatía a medida que construimos relaciones positivas con nuestros vecinos inmediatos y con la comunidad humana en general.

Las obras de misericordia pueden dividirse en dos subgrupos: actos de compasión y actos de justicia. La compasión se refiere a expresiones personales y directas de bondad hacia los demás, cómo consolar a alguien que está de luto, visitar a los enfermos, dar de comer a las personas sin hogar o hacer donaciones a obras de caridad. La compasión a menudo proporciona amor y apoyo directo y práctico a nuestro prójimo.

Los actos de justicia son más comunitarios y se centran en corregir las injusticias sociales. Cuando las iglesias se comprometen a defender o protestar en solidaridad con otras personas, como las minorías oprimidas, llevan a cabo actos de justicia. Los actos de justicia van un poco más allá de la compasión al intentar reformar o poner fin a prácticas, leyes o condiciones injustas en la sociedad, de acuerdo con el tipo de relaciones humanas de amor que exige el Sermón de la Montaña de Cristo.

Preguntas:

1. ¿Quiénes son los vecinos de su comunidad que usted cree que necesitan más amor cristiano?
2. ¿Cuáles son algunas de las formas en que su iglesia podría abogar por la justicia en nombre de las demás personas?
3. ¿Por qué los actos de compasión y justicia son igualmente importantes para la vida cristiana?

REUNIONES DE GRUPOS PEQUEÑOS

Los medios de gracia son esenciales porque nuestra necesidad del amor y la guía de Dios nunca desaparece. La gracia de Dios es como el aire que respiramos, nuestra necesidad de ella es constante. Una forma en que Wesley se aseguró de que sus seguidores continuaran practicando los medios de gracia fue instituyendo reuniones en grupos pequeños. Además de asistir semanalmente al culto público, los metodistas debían reunirse semanalmente para ver cómo estaban los demás.

Las reuniones solían incluir una oración y la lectura de las Escrituras, pero la mayor parte del tiempo se reservaba a la rendición de cuentas. En muchos sentidos, las reuniones eran como los grupos de rehabilitación de hoy en día, en los que se pedía a cada miembro que compartiera el estado de su alma y se animaran mutuamente en sus intentos de seguir más plenamente las enseñanzas de Cristo. Al preguntarles cómo realizaban las obras de piedad y misericordia, el grupo responsabilizaba a sus miembros. Los grupos pequeños eran también una herramienta ministerial vital en la que los metodistas podían compartir ideas para comprometerse con su comunidad y organizar ministerios de divulgación entre ellos. Estos grupos eran una de las razones por las que los metodistas eran tan eficaces a la hora de ayudar a las personas pobres de su comunidad.

Aunque mucho ha cambiado desde que Wesley organizó las primeras sociedades metodistas en la Gran Bretaña del siglo XVIII, los grupos pequeños siguen demostrando ser uno de los mejores métodos para hacer nuevos discípulos y no es difícil ver por qué. Jesús mismo sabía mejor que nadie que un grupo pequeño y comprometido de personas unidas por el amor de Dios podía cambiar el mundo.

Preguntas:

1. ¿Por qué es importante que participemos en grupos pequeños /clases además de asistir a los servicios de culto regulares?
2. ¿Por qué la rendición de cuentas era un principio tan importante en el primer movimiento metodista?

CONCLUSIÓN

Los medios de gracia son formas en las que las personas cristianas continúan recibiendo el amor transformador de Dios mientras experimentan el proceso de santificación. Cuando practicamos los medios de gracia, no sólo recibimos el amor de Dios, sino que lo llevamos al mundo para compartirlo con los demás. John Wesley creía que la fe cristiana comenzaba en el interior del corazón, desde donde fluye hacia el mundo, difundiendo ampliamente el amor, la santidad y la misericordia.